jueves, 16 de junio de 2011

Desocupados casi toman de rehén a colaborador del Ministerio de Gobierno

Grupo de desocupados irrumpieron con arrebatos en el Ateneo Evita reclamándole al empleado del Ministerio de Gobierno, Zúñiga,  el pago de los 1.840 pesos de subsidios.

Cerca de las 19 horas, de ayer miércoles, el Ateneo Evita –donde suele atender el personal que trabaja para el ministro de Gobierno- se convirtió en un pandemónium donde un grupo de personas, algunas mujeres, otros jóvenes, lanzaban improperios contra un hombre calvo acorralado detrás de un minúsculo escritorio.

El irascible grupo le estaba reclamando al hombre el pago de los subsidios de 1.840 pesos que empezó a implementar el ministro José Manuel Córdoba en Caleta Olivia.
“Estuvimos esperando desde hace dos días y no nos pagan. De acá no nos vamos”, dijo un muchacho a los gritos; otro, lo silenció y le dijo, susurrándole al oído, que había que “prepararse para ir a cortar la ruta”.
Otra mujer -robusta, cuarentona y un poco más baja que las otras que la rodeaban, más jóvenes-, amenazó con golpearlo al atribulado hombre que se desvivía por explicar la situación de por qué no se podía comunicar con el ministro que estaba llegando a Río Gallegos.
Mientras, en la vereda de ese Ateneo, otros muchachos –veinteañeros casi todos- agarraron papel y maderas e hicieron una fogata en señal de protesta.
Hubo dos o tres policías que se aproximaron al lugar para inspeccionar, y para observar que no hubiese mayores disturbios, pero sólo constataron la situación y después se marcharon en un patrullero, dejando el lugar atestado de personas en ese salón pequeño, ubicado frente a la Escuela Adventista.

Zuñiga, se comunica con el secretario del Interior, Pablo Gordillo, para buscar solución.
Zúñiga como "escudo humano"
Cuando la policía se marchó, a los dos minutos hubo un nuevo ataque contra el hombre –de apellido Zúñiga- que trabaja para el ministro, y los manifestantes le prohibieron que se marchase. “Lo vamos a tener de rehén, no importa que venga Infantería o el GEOP (Grupo de Operaciones Especiales de la Policía) a reprimirnos. Lo vamos a poner a Zúñiga de escudo humano. Tenemos necesidades y Córdoba nos mintió”, gritó una mujer cuando se acercaron los medios de prensa.
“Para qué nos hacen el socioeconómico si después no nos pagan”, refutó un muchacho, de barba crecida. “Queremos que nos den una solución. Córdoba vino a prometer y no cumplió”.
“Hoy a mucha gente le cortaron la luz porque no pueden pagar”, dijo otro.
“En un principio te prometen trabajo, pero acá parecen que todo solucionan con un subsidio. Nosotros no queremos un subsidio pero lo aceptamos porque tenemos necesidades”, dijo el primero.
“Le pedimos trabajo, y hoy no cobramos el subsidios, cerca de 400 personas quedaron afuera. Queremos la cabeza de Córdoba en la oficina”, gritaron.
“Zúñiga esta desde las 10 de la mañana atendiendo, y no va a salir. La Policía que no se preocupe en venir porque no vamos a salir”, fue otra advertencia. Pero después llegaron las explicaciones de Pablo Gordillo desde Río Gallegos, que en otros post de este blog reproducimos.

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