jueves, 9 de junio de 2011

Petroleras se retirarían de Santa Cruz por la escalada de conflictos gremiales

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http://www.diariodemadryn.com/vernoti.php?ID=132813

Las principales compañías petroleras advirtieron a los sindicatos sobre la posibilidad de dejar de pagar los salarios si no se termina el conflicto gremial con los docentes, que mantiene paralizada la actividad en los yacimientos. También amenazaron con abandonar Santa Cruz por la caída estrepitosa de la rentabilidad. Preocupación por el malestar en el corazón de la industria provincial.
La situación de las compañías petroleras en Santa Cruz ya pasa de castaño oscuro. Ayer, los principales proveedores de servicios enviaron dos notas a los sindicatos petroleros –tanto al de trabajadores de base como al de personal jerárquico- advirtiéndoles que, en los próximos días, dejarán de pagar los salarios si no se levanta el conflicto gremial con los docentes que mantiene paralizada la actividad en los yacimientos.
En la jerga petrolera se repite que las compañías de servicios son el corazón de la industria, porque mantienen contratados a la mayor parte del personal. Mientras que las operadoras -entre las que se destacan YPF, Pan American Energy, Petrobras y Sinopec (ex OXY)- son las que comercializan el crudo.

La crisis

Frente al alto índice de conflictividad gremial –que en los últimos tres meses incluyó medidas de fuerza de petroleros, empleados de la construcción enrolados en la UOCRA, y maestros, que reclaman un alza del salario básico de 3.500 a 5.000 pesos-, las empresas de servicio empezaron a amenazar con dejar el distrito –bastión histórico del kirchnerismo- por la caída estrepitosa de la rentabilidad. Algunas incluso ya pasaron al plano de la acción. Es el caso de la firma francesa Geoservices, que despidió a los 127 trabajadores que tenía a su cargo y abandonó la provincia hace 15 días.
La decisión comprometió el abastecimiento gasífero, porque Geoservices se encargada del mantenimiento de las plantas compresoras de YPF en Las Heras. Finalmente, el servicio en las instalaciones de la petrolera de Repsol y la familia Eskenazi y los ex Geo Siervice fueron transferidos a la firma Oleosur.
Sin embargo –señala el informe de LPO- como comentaban ayer desde la Ceope, la cámara que agrupa a los proveedores, la situación está lejos de destrabarse. “No vemos una salida en el corto plazo”, indicaron desde la entidad, “porque la gobernación ni siquiera tiene la intención de cumplir con lo que marcó la Justicia, que por medio de dos magistrados dio la orden de liberar los accesos a los yacimientos petroleros”.
La medida de fuerza docente fue ayer apuntalada por los gremios de la CTA de Santa Cruz que cumplieron un paro general en respaldo a los maestros, que se mantienen en huelga por tiempo indeterminado y ocupan edificios públicos en reclamo de mejoras salariales, mientras padres de alumnos volvieron a cortar una ruta para exigir el reinicio de las clases.

Escenario hostil

El encarecimiento del costo laboral a raíz del aumento de los días caídos es un fenómeno que viene desde hace tiempo en la provincia que hoy gobierna Daniel Peralta. El año pasado, por caso, Santa Cruz fue el distrito petrolero con mayor cantidad de paros sindicales, con medidas de fuerza en más de 210 días, según datos del mercado. Pero en los últimos tres meses el escenario se agravó.
Una realidad para las empresas radicadas desde hace tiempo en la provincia, que no deja de ser una novedad para las nuevas, como la china Sinopec –la sexta petrolera del planeta- que este año tomó posesión de los campos petroleros de la norteamericana OXY. Complicada por el desembarco al país en un escenario de escalada gremial, la petrolera asiática habría incluso advertido a la administración de Peralta sobre la decisión de suspender (o reducir al máximo) la actividad en sus yacimientos por seis meses hasta que se normalice la situación. Desde la empresa, sin embargo, negaron en forma tajante la veracidad de esa versión, aunque admitieron que “es inviable, frente a este panorama, llevar adelante las inversiones presupuestadas, sencillamente porque no tenemos acceso a nuestras instalaciones”.
Los proveedores de servicios –liderados por compañías de peso mundial, como Schlumberger, que en breve se fusionará, a nivel planetario, con Geoservices, y San Antonio Pride- fueron más drásticos. Giraron ayer, una vez finalizada una reunión en el Ministerio de Trabajo de la Nación, una nota a los sindicatos en la que indicaron que no seguirán pagando los sueldos si no termina el paro docente.
“No podemos seguir liquidando salarios cuando hace 75 días que no podemos operar en los yacimientos. La situación es insostenible y por primera vez en mucho tiempo estamos pensando seriamente en irnos de la provincia”, indicó el gerente de una proveedora de servicios de perforación, que tuvo que explicar el año pasado un rojo de casi un millón de dólares en Santa Cruz, porque facturó u$s 31 millones y anotó costos operativos por 32 millones.
Con las cartas sobre la mesa, otro ejecutivo del sector advirtió sobre el peligro de una guerra de pobres contra pobres. “Lo peor que podría pasar es que los trabajadores petroleros se enfrenten con los docentes, pero eso podría suceder si los más de 8.000 trabajadores petroleros de la provincia dejan de percibir sus salarios por la imposibilidad de las empresas de servicios a pagar los haberes”, señaló, algo ecléctico, un integrante de la Ceope.

Economía regional

Apañados por la administración de Peralta –siempre con la autorización previa del Gobierno central-, los sindicatos petroleros de Santa Cruz lograron en los últimos cuatro años los mejores salarios del país, negociando subas más altas que las del resto de los distritos petroleros del país. Se valieron, en su objetivo, de la radicalidad como herramienta, parando, en repetidas ocasiones, por más de 30 días los yacimientos gasíferos y de crudo.
El poder político no sólo miró para otro lado, sino que llegó a fogonear las huelgas petroleras (la instantánea de Peralta vitoreando en 2008 el paro del sindicato en pleno yacimiento de YPF permanece inmutable en la retina de los directivos del sector). Así, un trabajador petrolero –que recién ingresa a la industria- se lleva un salario en mano de alrededor de $ 8.000, y uno con experiencia puede supera los 20.000. En ese marco de encarecimiento de los precios y servicios, que altera de raíz la propia economía regional, es que se produce el reclamo de los docentes, que pugnan por llevar de 3.500 a 5.000 el salario básico de un maestro.

Menos gas

La otra consecuencia del paro es, quizás, la que más preocupa al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, porque afecta a la coyuntura y pone en riesgo el abastecimiento gasífero. Por ahora la medida de fuerza no afecta a las plantas compresoras de gas de la provincia, que siguen en funcionamiento, pero la parálisis en los trabajos de campo en los yacimientos redujeron en un 40% la oferta del fluido que inyecta Santa Cruz.
Son algo así como 5 millones de metros cúbicos diarios de gas, contra los 12 que suele producir normalmente la provincia. La caída representa casi un 5% de la oferta nacional del fluido (ronda los 120 millones), justo cuando comienzan a registrarse los primeros cortes de gas por la llegada del frío.

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