No todos quedaron convencidos de lo que se decía en la primera asamblea, la del mediodía en la sede central. Por eso, muchos optaron por ir primero a ese edificio del centro de Caleta a escuchar una campana, y, más tarde, se acercaron a la otra asamblea, la de los delegados disidentes, que había sido programada para las 15 horas pero que, en realidad, comenzó cerca de las 16.
En esta asamblea, mucho más concurrida que la del oficialismo sindical. Los números de los concurrentes variaron de acuerdo a quién hacía la cuenta: algunos dijeron que hubo 400, y otros cerca de 800 petroleros.
“¿Por qué no viene el Chaco y nos explica bien qué está pasando?”, espetó un petrolero desde algún lugar, en medio de la muchedumbre reunida en en ese campo, ubicado a la vera de la ruta, en Cañadón Seco.
La voz cantante, esta vez, fue la del renombrado Rubén Retamozo, el secretario adjunto. Lo que esta fracción, donde hay una mayoría de delegados sindicales, pide es que el Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) se firme “cuanto antes”. Sospechan que si aceptan los 25 mil pesos extras, las compañías se harán las desentendidas y se postergará otra vez el CCT por varios meses más.
“Y si no, que los cinco mil pesos mensuales que nos van a dar en cinco veces, que lo den siempre, hasta el momento de la firma del Convenio, como una forma de multar a las operadoras por la demora”, propuso otro, que contó con el asentimiento general.
“¡Que en vez de 25 mil, nos den 50 mil pesos!”, fue la propuesta de otro.
Lo cierto es que se determinó quedarse en la vigilia, día y noche, hasta tener los números claros, que en lugar de un acta acuerdo por los 25 mil pesos haya una “resolución con todas las letras con la firma de todos los empresarios y los integrantes del Sindicato”, pero, sobre todo, “que tengamos convenio cuanto antes”.
Así las cosas, volvieron a la ruta y hasta esta madrugada permanecían allí, y se quedarán todo este día hasta otras novedades.
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