En una rápida conferencia de prensa, poco antes de las 20 horas, los miembros de la Comisión Directiva del Sindicato de Petroleros Privados –con los cargos suspendidos por un dictamen del Ministerio de Trabajo y de la Justicia de Santa Cruz- ratificaron que se oponen a la intervención y que no dejarán ingresar mañana al delegado normalizador, Roque Vitale, a la sede del edificio.
La ocupación que realiza un grupo de delegados e integrantes de la Comisión del edificio central del gremio, ubicado en Lavalle y Güemes de Caleta, comenzó la noche anterior.
“Hasta las últimas consecuencias”, reiteraron que persistirán con la toma del inmueble de dos plantas, y que están preparados a resistir, incluso, el desalojo por la fuerza policial.
Uno de los voceros fue Luis Alberto Cárdenas, quien estaba a cargo de la delegación de Río Gallegos, comentó que los afiliados pernoctarán en el edificio, “porque estamos protegiendo nuestra casa”. “Tengo el cargo suspendido pero hablo como un afiliado más”, aclaró.
“Recibimos la notificación de que el día lunes a las 8 de la mañana, vamos a tener como persona reguladora del sindicato al señor Vitale, pero no vamos a entregar nuestra casa a nadie, porque ya tenemos la mala experiencia de lo que es una intervención”, aseveró.
“Creemos que al ser esta nuestra casa tiene que ser representada por gente de nuestra provincia. A nadie le va a gustar que a tu casa la dirija el vecino”, añadió.
Dentro de la sede del gremio, un grupo de delegados preparaba toda la logística para permanecer en el lugar. Hablaban de pertrecharse con ropa de cama y alimentos, para permanecer en ese lugar por varios días, “porque la pelea va a ser dura”.
Otra situación similar se vivía en toda la jornada en Las Heras y Río Gallegos con la toma de las subsedes sindicales.
“En Las Heras nuestros compañeros han entrado a nuestra casa a protegerla; y, en el mismo sentido, nosotros, en Gallegos también”, informó Cárdenas.
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