Municipales de Caleta esperarán hasta el martes nuevas negociaciones con el Ejecutivo

Municipales aceptan un compás de espera hasta el martes en la asamblea de esta tarde en el Gimnasio del Gregores.

La asamblea de los municipales de Caleta aprobó la moción de esperar hasta el martes el resultado de las negociaciones que pudieran hacer el secretario general del Sindicato, Julián Carrizo, y una “mesa” de varios delegados que lo acompañe.
Desde el vamos, los presentes rechazaron la propuesta del aumento salarial que dio el Ejecutivo municipal, por segunda vez.
Y ratificaron, sin cambiar ni una coma, la petición dada en la primera asamblea que es la de un 35 por ciento de aumento en dos cuotas: 20 por ciento en abril –retroactivo a marzo-, y el otro 15 por ciento en el sueldo de junio –para que tenga incidencia en el cálculo del aguinaldo-. A esto, pretenden que el Ejecutivo dé otro incremento en el segundo semestre del 15 por ciento, para completar el 50 por ciento en todo el año. En cambio, la intendencia, recordemos, ofreció el 30 por ciento de aumento en tres cuotas; la última sería en setiembre.
Por poco van a la medida de fuerza, pero casi al final de esa reunión que se extendió por tres horas, Carrizo contuvo a los asambleístas y les dijo que, “si metemos un paro” las negociaciones iban a quedar trabadas. Eso sí, les aseguró que, si hasta el martes no hay respuesta satisfactoria del Ejecutivo comunal, allí recién “podremos entrar en medidas de acción directa”:
Esta vez, la asamblea –realizada en el Gimnasio del Barrio Gregores- del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Caleta (SOEMCO) contó con menos participantes que la realizada el viernes. Cerca de 400 empleados estuvieron en el salón. No es un número pequeño, pero tampoco suficiente para determinar medidas drásticas si se tiene en cuenta que son algo más de 3.100 los empleados comunales caletenses.
Al principio, el municipal Héctor Ramos (a cargo de la dirección de Tránsito) había mocionado que se aprobase la propuesta del Ejecutivo y que, en una segunda etapa se plantearan mejoras en el monto de las asignaciones familiares y de la ayuda escolar. Pero no prosperó porque contó con pocas votaciones.
A esa altura, los máximos disidentes ya planteaban paro o, al menos, un quite de colaboración. Hubo cruce de palabras cada vez más fuertes entre Carrizo con algunos delegados como Barría, Cristian Bazán o Pablo Robles que lo tildó de “hijo del intendente” cuando Carrizo lo calificó de “traidor”.
Para la actual Comisión Directiva, las dos asambleas no eran las esperadas, sobre todo porque la mayoría le impuso como autoridades de mesa a varios de los opositores. De hecho, Esperati, el presidente de la Asamblea, hizo todo lo posible para que los disidentes no fuesen interrumpidos en sus alocuciones por Julián Carrizo, quien se salía de la vaina para contestarles uno por uno.
“Acá no está ni el cincuenta por ciento de los compañeros municipales”, les espetó el secretario general a aquellos que proponían ir “a la huelga ya”.
El último debate surgió al plazo de negociación. Algunos no querían darle más días al Ejecutivo para que dé una contrapropuesta. “Todos sabemos cuánto subieron los precios”, dijo Yanina Grabano, de la Biblioteca municipal.
Al final, Barría, uno de los rebeldes del área de Obras y del Vial aflojó junto a sus compañeros, entre los que estaba “Chaya” Herrera, y dijo: “está bien, esperemos hasta el martes al mediodía en que nos volvamos a reunir en asamblea… a ver qué traen”.
Otra oradora, Marcela Quinteros propuso que, esta vez, “no vaya solo Julián a negociar con el intendente, sino que lo acompañe una mesa”. Lo cual fue aprobado. Julián sugirió que esa mesa esté integrada por las mismas autoridades de la asamblea, algo que también se aceptó.

A Julian Carrizo lo acompañarán autoridades de la asamblea a negociar con el intendente Cotillo, Tienen 48 horas laborables de plazo para traer respuesta.

A partir de hoy mismo aseguraron las autoridades del sindicato que se sentarán a charlar con el gabinete municipal para ver qué posibilidades de acercar números. Está en el medio el fin de semana largo de Pascuas, por lo que apenas hay apeas 48 horas de jornadas laborables para pactar algún número.